sábado, 18 de diciembre de 2010

Descripción de la situación País respecto al Mercurio

Cerca de 2200 tn de mercurio son liberadas anualmente al medio ambiente por fuentes naturales y antropogénicas en todo el mundo provenientes de diversas fuentes. En Argentina se descartan anualmente aproximadamente 13.7 millones de tubos fluorescentes (información obtenida del estudio INDEC 2001). Este número se ve afectado considerablemente por el grado de industrialización, la instalación de empresas, el crecimiento económico, etc.
La mayoría de estos tubos son descartados de forma indiscriminada, esto es, a los vertederos de Residuos Sólidos Urbanos con el inconveniente que los gases de mercurio liberados, al romperse los tubos por compactación del relleno, son arrastrados con el lixiviado propio de los rellenos, en este proceso el mercurio que originalmente estaba en la forma química de Hg+2 pasa a formar un compuesto llamado  metilmercurio el cual tiene la característica de ser cancerígeno, ecotóxico y acumulativo (ver referencias minamata, peces EPA, etc).
El mercurio metálico en estado gaseoso contenido en los tubos también es transportado grandes distancias por los vientos, para finalmente precipitar por efecto de lluvias y humedad en suelo, aire y agua, contribuyendo a la contaminación de los elementos naturales.
No se encontraron registros de que se estén realizando servicios de disposición final de este tipo de residuos en el país. Si bien el INDEC aporta datos de residuos contaminados con mercurio tratados en las operadoras nacionales de este tipo de residuo peligroso, los datos están aportados en toneladas y no se especifica si son residuos de iluminación u otro tipo de residuo con mercurio (por ejemplo: residuos de plantas de cloro-alkali, o de retorteo de tratamientos de barros).
Aun asumiendo que todo lo tratado por los operadores habilitados informado por el INDEC sean tubos fluorescentes y asumiendo que el peso promedio de un tubo fluorescente es 200 gr. es un indicador de que solo se estaría procesando adecuadamente menos del 20 % del total descartado a nivel país.
Desde el punto de vista de la legislación vigente, las empresas deben inscribirse como generadores de residuos peligrosos a los fines de asegurar la correcta gestión y disposición de los mismos. Los tubos y lámparas fluorescentes son residuos peligrosos ya que en su constitución utilizan vapor de mercurio el cual es considerado residuo peligroso, cancerígeno y bio-acumulativo entre otras propiedades, con lo cual se encuentra normado dentro de la Ley 24051 de Nación y 7070 de la Provincia de Salta, debiendo gestionar su disposición final a través de un operador habilitado.
A lo expuesto anteriormente se debe agregar la campaña de reemplazo de lámparas incandescentes por lámparas de bajo consumo ó CFL, las cuales no son más que un tubo fluorescente de forma variable, que impactarán de manera masiva como residuos peligrosos en un corto plazo.